por JOSEPH P. GONE – Universidad de Harvard
Respuestas recientes a tiroteos policiales y asesinatos de personas negras desarmadas han forzado un ajuste de cuentas nacional sobre el monstruoso legado racial de Estados Unidos. Una consecuencia ha sido un replanteamiento radical de a quiénes elegimos conmemorar públicamente a través de estatuas, monumentos y celebraciones. En este sentido, la observancia pública del Día de la Raza debe terminar. Para los más de cinco millones de ciudadanos indios americanos, nativos de Alaska y nativos de Hawái de esta nación, los viajes de Colón al llamado Nuevo Mundo inauguraron una larga historia de explotación, esclavitud, erradicación y borrado (y él mismo inició y sancionó tales acciones) .
Así, conmemorar a Colón es conmemorar la colonización europea de los pueblos indígenas. En lugar de recordar y relatar esos cuentos de mal gusto, citemos y celebremos el resultado más improbable de esta historia: la supervivencia indígena.
Las historias de supervivencia, resiliencia y resistencia indígenas siguen siendo escasas en la corriente principal de Estados Unidos, pero no porque no existan; más bien, han sido eclipsadas a través de un proyecto nacionalista de borrado indígena. Podemos cambiar esto reemplazando el feriado federal de octubre con el Día de los Pueblos Indígenas. La ciudad de Cambridge ya lo ha hecho, y aunque Harvard no ha adoptado una política formal que reconozca oficialmente el Día de la Raza, tampoco lo ha eliminado de manera uniforme de sus calendarios académicos ni ha reconocido formalmente el Día de los Pueblos Indígenas en toda la Universidad.
El momento del ajuste de cuentas está a la mano. Demostremos juntos nuestra solidaridad colectiva con los pueblos indígenas al abandonar la conmemoración pública de Colón a cambio de celebrar la supervivencia indígena.
Fuente: Harvard Gazette/ Traducción: Maggie Tarlo