Nosotros, un grupo de etnógrafos y antropólogos rusos, protestamos contra la operación militar de la Federación Rusa en el territorio ucraniano.
Nosotros, antropólogos y etnógrafos rusos, hemos dedicado nuestras vidas a comprender la diversidad cultural y social de la humanidad, y realizamos investigaciones de campo en varias partes del mundo, estudiando las relaciones sociales y la dinámica cultural. Conocemos de primera mano cómo vive la gente durante y después de las guerras y de las catástrofes políticas. Por eso, protestamos cuando el uso de temas humanitarios complejos es un pretexto para manipulaciones políticas y conflictos militares.
Ninguna guerra puede justificarse por la búsqueda de la verdad histórica. La guerra paraliza las almas de los humanos. La guerra provoca pérdidas masivas de vidas y conlleva la pérdida de importantes valores culturales. La guerra es un homicidio moral de las generaciones presentes y futuras. La guerra ruso-ucraniana lleva a Rusia al aislamiento internacional, al daño de su economía, cultura y ciencia. La guerra condena a Rusia a quedar irremediablemente rezagada con respecto al resto del mundo, a un fuerte empeoramiento del nivel de vida y, en consecuencia, al aumento de las tensiones sociales y étnicas que pueden desembocar en conflictos internos.
Por lo tanto, exigimos:
1) Cesar inmediatamente la operación militar en el territorio ucraniano;
2) retirar inmediatamente las tropas del territorio ucraniano;
3) iniciar negociaciones directas sobre las formas y el momento de la desescalada del conflicto con el gobierno ucraniano en pie de igualdad y sin condiciones previas.
Hacemos hincapié en que este llamamiento es una posición voluntaria de un grupo de etnógrafos y antropólogos, que se preocupan por el futuro de Rusia.
Fuente: Easa/ Traducción: Horacio Shawn-Pérez