por EMILIA GROUPP – Universidad de Stanford
Al fondo se ven tranquilamente grandes instalaciones de energía solar. Ubicados en los campos, fila tras fila de paneles de color azul oscuro parecen generar electricidad casi pasivamente. Es posible que llamen la atención al reflejar un rayo de luz solar, al costado de una carretera o interrumpiendo un terreno monocromático en la distancia. A veces se mezclan con el paisaje, como flores silvestres o ruinas de viejos edificios agrícolas, que apenas los nota un observador casual. No hacen ruido y es raro ver a alguien trabajando en ellos. Al requerir poca atención durante sus treinta años de vida, parecen mundanos, notablemente antisociales en su soledad. Su aislamiento se reitera en las fotografías, y rara vez aparecen junto a personas en el encuadre, como si fueran tecnologías libres de implicaciones humanas. Por supuesto, esta es la ilusión.
Mientras estoy sentada conversando con un ingeniero junto a un sitio solar en la zona rural de Túnez, un fuerte clic se apodera de nuestra conversación. Nos detenemos y miramos hacia arriba. Dos cigüeñas construyeron su nido sobre un nuevo poste eléctrico, encima de nosotros, y parecen estar celebrando. La empresa estatal de servicios públicos había derribado previamente su nido, pero las cigüeñas regresaron. Esto provocó un esfuerzo generalizado para agregar plataformas a todos los postes de electricidad para mantener a las cigüeñas alejadas de los cables, lo que atrajo aún más cigüeñas. Con las cigüeñas llegaron especies más pequeñas de pájaros que anidaban debajo de sus enormes nidos de barro y palos. La flora surgió en la sombra recién creada. Por la noche llegaban los insectos, atraídos por las nuevas farolas, seguidos por los murciélagos.
Pocos podrían anticipar que el cultivo de la energía solar y sus infraestructuras de apoyo producirían nuevos tipos de espacios, entrelazamientos e interdependencias. A pesar de su engañosa inercia, aparentemente desapareciendo en los entornos circundantes, estas infraestructuras energéticas a gran escala están dando forma a ecologías completamente nuevas que están transformando los paisajes de maneras sorprendentes.
Fuente: SCA/ Traducción: Maggie Tarlo